domingo, 4 de diciembre de 2011

LOS RESULTADOS


            “La cosa está fatal”, dicen los unos. “Ya hacía tiempo que no teníamos unos resultados tan pobres, a pesar de que nuestras expectativas no eran tan malas al principio; teniendo en cuenta, además, el plantel del personal con el que contamos. No sabemos exactamente cómo hemos podido llegar a esta situación, que nos hace mirar el futuro con cierta desconfianza e inseguridad. Es cierto que una cosa son los planteamientos y otra muy distinta la cruda realidad del día a día, pero a estas alturas no esperábamos estar como estamos. De todas maneras, las cosas cambian y no hay victorias definitivas; y así, quien es hoy perdedor puede muy bien ser el triunfador mañana”.
            “Ya era hora”, afirman los otros. “Tras tantos años esperando superar a los rivales, ahora estamos  disfrutando de ese momento que parecía un sueño que jamás se haría realidad. Hemos tenido que superar muchas dificultades; nos hemos visto obligados a planificar perfectamente nuestra estrategia; hemos seleccionado escrupulosamente a las personas que necesitábamos para cada misión y cada puesto; hemos tenido, incluso, que convencer a la opinión pública de que nos merecíamos regresar al lugar de privilegio y de poder que nunca debimos perder… Esta vez lo hemos conseguido y hemos hecho realidad nuestra ilusión. Ahora nos queda por delante un largo recorrido y tendremos que saber sacrificarnos y apretar los dientes para salir adelante y mantenernos con dignidad y con suficiencia en el puesto que merecidamente ocupamos”.
            Mientras tanto, otros más pequeños, con mayor o menor proyección histórica, con un número más o menos grande de simpatizantes (pero igualmente representativos de una determinada tendencia), con un área de influencia, a veces, solo regional o autonómica, protestan y se quejan. Se quejan de la desigualdad de una ley que permite tener a unos tantos y a otros tan poco; se quejan de que siempre ganan los mismos y a ellos no les queda más que pelearse por las migajas; se quejan de que ya está bien el  que todo se reduzca a una confrontación entre dos que lo reduce todo a una especie de “quítate tú para ponerme yo”, mientras que ellos asisten impasibles y sin que, de momento, se quiera encontrar un camino para intentar darle al tema alguna solución viable.
            Así están las cosas tras los últimos resultados. Leas el periódico que leas, escuches la emisora de radio que escuches o veas el programa de televisión que veas. Claro es que cada uno con sus matices y sus tendencias, que lo hacen arrimar el ascua a su sardina e intentar dar explicaciones más o menos coherentes a lo que todos hemos visto y comprobado. Porque el que no se consuela es porque no quiere y cada uno evalúa esos resultados en función de sus posibilidades y de sus expectativas.
            Sí, queridos lectores, así está la situación, se mire como se mire. Nadie a estas alturas del año podría haberse imaginado que estuviese como está la clasificación de la liga de fútbol.

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